La actividad sísmica origina además de los conocidos daños en las
edificaciones construídas por el hombre, diversas consecuencias en el
medio ambiente. Según las características de la topografía, las
características geologicas o tectónicas, los efectos en el medio
ambiente pueden variar de una región a otra.
Los sismos de gran
magnitud pueden ocasionar deslizamientos de tierra en zonas de alta
pendiente que presentan material poco consolidado, licuefacción en
terrenos arenosos saturados de agua, cambios en el nivel de los rios y
lagunas, emanación de gases, reactivación de actividad volcánica entre
otros.
Las escalas de intensidad sismica más conocidas consideran
en su evaluación, los daños causados en las edificaciones, algunos
efectos en la naturaleza, la reacción de personas y animales, todas
estas evaluaciones permiten adjudicar un valor de intensidad.
En
la actualidad una nueva escala de intensidades sísmicas conocida como la
escala INQUA, y basada principalmente en los efectos en el medio
ambiente , está siendo probada en varios paises del mundo, entre ellos
el Perú. Está nueva escala permitirá considerar adicionalmente a las
tradicionales escalas otros parámetros importantes para evaluar la real
dimensión de los efectos causados por los sismos en una determinada
región.
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